Vamos a soñar
Nuestro cuerpo necesita reponerse, restituir energía, por ello dormimos. Mientras lo hacemos podemos soñar (o no). Esas historias que cuenta el cerebro están apuntaladas por la memoria y se manifiesta durante la etapa MOR (movimiento ocular rápido). Si hasta el mismísimo Sigmund Freud (Moravia 1856-Reino Unido 1939), el padre del psicoanálisis, desarrolló la teoría de los sueños y su interpretación.
“Material de los sueños” (publicado originalmente en el año 1974) fue escrito por José Revueltas (México 1914- 1976). En él compila ocho cuentos donde sueña con alegría, con ansiedad, con dolor, con humor. Las emociones y los estados de ánimo de los personajes nos llevan por senderos donde se desmenuza con delicadeza cada acto. Los que sueñan lo hacen porque su cuerpo está atrapado, detenido en el tiempo, pero su mente recuerda, analiza y vuela. Las paredes de un hospital, la cama donde la figura humana está inmóvil, la cárcel donde las rejas sólo separan, la butaca de un cine y un destello de recreo junto a la barra de un burdel.
Los primeros cuatro relatos son capaces de ser vistos sin principio ni final. Los personajes que rondan este libro parecen ser uno, pero las situaciones son particularmente heterogéneas.
José Revueltas provenía de una familia que se destacó por la formación artística de sus hijos (Silvestre fue músico, Rosaura, actriz y Fermín, pintor).
El compromiso y la militancia eran su forma de vida, ello lo llevó en varias oportunidades a estar privado de su libertad, así nacía esta compilación de cuentos con una pizca de ensayo. En alguna ocasión confesó que en el lugar donde él escribía más a gusto y con mayor concentración era la cárcel.
La variedad de personajes que convergen, al igual que el propio Revueltas, en una profunda soledad y un intenso sentido de la solidaridad. La primera era una amalgama entre el odio, la hipocresía y la falsedad. La segunda provenía de la comprensión y la piedad.
José Revueltas llevaba más de un año en la cárcel en el año 1969, allí escribe una novela corta llamada “El apando” donde la metáfora de la resistencia congrega campesinos, obreros, activistas políticos, intelectuales, artistas, estudiantes, los cuales se encontraban acusados de alterar el orden público, pero el Estado no admitía su condición de presos. En este trabajo, el cual dedicó a Pablo Neruda, (Chile 1904-1973) describe la vida en prisión y desarrolla el argumento literario:”… todos estamos presos, condenados por la sociedad y los que están del otro lado de los barrotes.”